Dijimos que en enero de 1879, habÃa fondeado frente al puerto de Antofagasta el barco de guerra chileno "Blanco Encalada".
Mientras tanto, en fecha 1° de febrero el Gobierno de Bolivia expedÃa un decreto por el cual se rescindÃa el contrato con la "CompañÃa Salitrera", en cuyo conocimiento el Encargado de Negocios de Chile dirigÃa al Gobierno una especie de ultimátun intimándole dar respuesta en el término de 48 horas sobre si aceptaba o no someter a arbitraje el conflicto con la CompañÃa.
El Gobierno de Bolivia, no respondió a la nota; y el dÃa 12 del mismo mes, el diplomático chileno, declarando roto el tratado de lÃmites de 1874, pedÃa sus pasaportes, mientras que por otra parte fondeaban dos barcos de guerra en aguas de Antofagasta el 14 de febrero, a las 6 la mañana, llevando 80 hombres de las tres armas, ocho cañones, mil fusiles ComblaÃn y cien mil cartuchos de guerra.
Media hora despues de haber anclado ambos barcos, el jefe de la expedición, coronel Emilio Sotomayor, enviaba un parlamentario con una nota de intimación ante el Prefecto del Departamento del Litoral, conminándose a desocupar el puerto ante las fuerzas chilenas y proclamando el derecho de reivindicación.
Y mientras el Prefecto respondÃa protestando en nombre de Bolivia del incalificable atentado que se realiza sin previa declatoria de guerra, el jefe chileno ordenaba el desembarco de sus tropas, con las cuales se dirigÃo a la plaza del puerto.
Colocó en las esquinas sus cañones, mientras el populacho chileno sublevado en número de tres mil, se entrenaba al saco, tomaba el control de la policia apresando allà a 60 gendarmes, y se dirigÃa a la Prefectura donde despúes de arrancar y despedazar el escudo Boliviano izaba la bandera chilena, en tanto que la oficiliadad desembarcaba fusiles y municiones para armar a sus súbditos residentes en toda la región.
Ante los hechos consumados y sin tropas para defenderse, las autoridades bolivianas y numerosas familias resolvieron evacuar la plaza para alejarse de aquel pedazo querido de Bolivia.
Hasta el 21 de marzo los invasores habiéndose apoderado sucesivamente de Mejillones, Cobija, Tocopilla y otros puntos de la costa boliviana.